4/11/13

CELOS...


 


 
Tengo celos de ti…Por qué negarlo?

Tengo celos de ti…Celos rabiosos

Celos de la sonrisa de tu boca;

Celos de la mirada de tus ojos.

 
Cuando yo no te oigo…Cómo hablas?

Cuando yo no te veo…Cómo miras?

Cuando no estoy delante…Como suenan

Los áureos cascabeles de tu risa?
 

Tú sabes que en los ojos de los hombres

Hay miradas impuras,

Que unas veces parece que acarician,

Y otras veces parece que desnudan.
 

Cuando un hombre te mira de ese modo;

Cuando te envuelve una mirada de ésas

Y sientes que resbala por tu cuerpo.

Qué es lo que piensas?...

Dí, qué es lo que piensas?
 

Cuando tengo tu mano entre las mías

Yo sé cómo tu carne se estremece,

Cuando es otra la mano que te oprime

Qué es lo que sientes…? Di, qué es lo que sientes?
 

Yo puedo adivinar qué pensamientos

Laten en ti cuando de mi te acurdas,

Y cuando es otro el recuerdo que te asalta

Qué es lo que sueñas?...Di, qué es lo que sueñas?
 

Yo te he visto mil veces temblorosa

Ante el fervor de mis ardientes frases,

Con tus divinos ojos entornados

Y los húmedos labios anhelantes…
 

Embebida de amor, desvanecida

Te he visto, cuando yo soy quien te habla.

Si siempre las palabras son las mismas

Di, Cómo te suenan de otros las palabras?
 

 juras a la gente que me has dado

Tu corazón, tu amor y su cariño.

Pero quiero saber si tras tus ojos

Se esconde un pensamiento que no es mío.


Y qué me importa tu cariño entonces!

Qué vale para mi tu lindo cuerpo!

Si son los pensamientos de tu alma

Como vilanos que arrebata el viento.
 

Freddy Miller Otero

LA QUIMICA DEL RECHAZO...

 
 
El viento de la noche entró en mi pecho,
así que te diré: la sed me abrasa,
la sed del mundo de la cual no hay Dios,
ni amor, ni mortandad que me liberen.
Errando voy, me fui de puerta en puerta,
de noche, al mediodía, bien vestida,
y no, que no es aquí, responde siempre
guardada por pilastras una voz.
El culto a la humedad de las iglesias
y a las barrocas formas de las fuentes
-en Ganges las hallé de mármol rojo-,
no han hecho a veces más que corromperme.
Salada, estoy volviéndome salada,
aquello que yo amé mudó de sombra;
por tanto no es extraño que sospeches
del código imperfecto de mis manos.
Yo supe del terror de algunos hombres
que dándome palmadas se alejaban.
-Extraña lengua -a veces repetían
y se perdían tras polleras frescas
.


Delfina Acosta

MASCARA DE NEURASTENIA

 
 
 
Terrible oficio disponer de modo
correcto la tristeza que me quema.
Podría haber escrito que sostengo
gigante frustración con estos párpados,
y sin embargo digo que me aflige
el óxido febril de la acrotera,
que muerta de vergüenza pido sombra
en tanto desabrocho mis corpiños
y digo sin embargo que mi cuerpo
es lámpara incesante de deseo.
Podría haber escrito que esta airosa
premonición de muerte prematura,
es sólo neurastenia, pero insisto
cerrar los versos en su propia ley
e invento un mar y la debida pena.  


Delfina Acosta       

SALVACIÓN.....




   Hermano, buen hermano.
 toma el alivio triste de mi mano!...
porque esta mano que persigna y reza;
pobre de dignidad,
no ha tenido en el mundo mas riqueza
que su pobreza de solemnidad.
Esta mano que abierta al ideal
le ha faltado siempre la riqueza
de no tener un real.
Cuando la tuya, avara, se escondía
llena de salvación y oro sonante
no pudiste, por miedo o cobardía
compadecer el azaroso instante
de la desgracia mía.
Hermano pobre hermano
hoy que estas como yo, ahí va mi mano
al fraternal reclamo indiferente,
yo tu felicidad siempre veía
a través de la gota transparente
de una lágrima fría.
Soy pobre, pero ella va a ayudarte,
hacer el bien por mal...aunque no quieras.
Es hora de pagarte
todo el mal que me hicieras...
 
Enrique Aguiar  
 
 
 
 
 

3/11/13

ENTRAÑABLE

 
 
    Cuando nos dimos la primera mirada
con optimista y singular contento,
quedó la gestación iluminada
en nuestro pensamiento.
 
Después tu seno, de candor de nieve,
Alimentaba en realidad hermosa,
A una rosa de amor...algo más leve:
la esencia de una rosa!
 
Enrique Aguiar
1926
 


INVITACIÓN AL PECADO

 
 El instante piadoso, el místico momento
Que rinde tu hermosura junto al Altar Mayor,
Ha mezclado en mi pecho luz de tu pensamiento
mieles de tus colmenas y auras de tu candor.
 
Yo blasfemo, tu rezas. Hay un renacimiento
de ideas paralelas a la idea del Señor;
El creó el Padre Nuestro, lo ungió como un ungüento;
 y yo mientras tu rezas miro tu boca en flor.
 
    Date a mi en el mundo, como al cura en la misa
Como Pedro Abelardo a la monja Eloísa
desplegaré tu enseña tibia y paradojal;
 
Y cabe la bandera de tus cabellos blondos
pasaré bajo el ángulo de tus muslos redondos
como los héroes pasan bajo un arco triunfal
 
Enrique Aguiar
 
Paris, 1925