Los poetas queriendo o sin querer se proyectan, abren de par en par el libro ìntimo de sus interiores vivencias, por lo regular, la recopilacion de sus poemas no es màs que el prontuario, la lista, la nòmina, mas o menos bellamente conceptualizada- por algo son y se les llama poemas- de esas profundas y personalisimas interioridades.
Segùn sea el grado de sus virtuosismos, los poetas tienden a interesar, cautivar, atraer, seducir, incluso tocar, como quien tañe ràpidas las tensas cuerdas de un violìn, o de una guitarra dejando en suspenso una terminada nota en un ùnico sonido lleno de suavidad y honda dulzura. No son pocos los temas que derime en sus cantos. Temas que de una forma u otra nos toca a todos sentir. Temas que nos asustan, o que nos desesperan, o nos alegra, o dejan inconsolables.
El que canta a la guerra, invoca el silencio, se refiere al tiempo, a la ausencia, al amor.El quehacer poètico, trabajo por partida doble, para el poeta, y para el que ama la poesìa.En ellas hacen causa comùn las improntas inspiracionales, la luminosa idea, la tècnica laboriosa y el conocimiento de la lengua materna.Con las idas afloran insinuaciones. Con la tècnica se crece el esfuerzo. Con el conocimiento de la lengua, correcciòn y elegancia. Es material de trabajo para el poeta y para el que sin serlo la ama, la lee con gozo rumiàndola interiormente, masticàndola casì.
Que lejos estàn sus rejuegos y bonituras de ser pasatiempo en la holganza. simple entretenimeinto en los dias ociosos!...Y en cambio, cuan cerca del màs genuino sentido de una faena cradora, del gran esfuerzo universal. Su pareamiento, concepciòn y alumbre què semejante al de los seres vivos con todo su misterio y nobleza...!Poesìa...el aliento suave de la tristeza y la griz-azul melancolìa se señorean cimbreantes en su canto...Aquì.... Jaime Sabines....Disfrútenlo:
NO ES QUE MUERA DE AMOR, MUERO DE TI....
No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi bocay del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mi, muero de ambos,de nosotros,
de ese,desgarrado,partido,me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encimay nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada, y cierto , interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,del uno al otro,
diariamente,cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientreque no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,en tu carne sin fin,
muero de máscaras,de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,de nuestra muerte ,
amor, muero, morimos.En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,dentro de mi, quiero decir,
te llamo,te llaman los que nacen,los que vienende atrás, de ti,
los que a ti llegan.Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,y escribirnos y hablarnos y morirnos...