yo os juro que no tiene tanta importancia un beso
para que perpetuéis esa ojera afligida
y creáis deshojada de pudor vuestra vida.
No exige el accidente replesalias ni agravios.
Un beso es una rosa que se exprime en los labios,
es como una palabra más breve y expresiva
es como una mirada más intensa y más viva;
pero que, en el armónico mecanismo social,
sólo tiene un efímero valor sentimental,
y al cabo de una charla distinguida y galante,
puede perderse un beso como se pierde un guante.
Es absurdo, señora, que os enojéis por eso.
No es grave la inquietante mordedura de un beso
y aunque inflame los labios (y el alma) su escozor,
ni se muere de pena ni aun se enferma de amor.
Pero si fue el ultraje tan ruín y tan villano
y tan grande la herida de aquel beso tan chico,
¿por qué dejasteis presa vuestra mano en mi mano
y sonreís ahora detrás del abanico?
El poema se llama Flirt y es de José Martínez Jerez
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